A la mañana siguiente el móvil de Dafne comenzó a sonar. Ella se levantó con un sobresalto y medio adormilada respondió la llamada.
- Holaaaaa – Dijo la voz de Ruth al otro lado de la linea.
- Hola - Contestó Dafne con una voz bastante ronca.
- ¿ Dónde te metiste la otra noche? Te busque y no te vi, supuse que te habias ido con el chico de la barra con el que hablabas, asi que me fui con Marcos, a su casa.. Ya te puedes imaginar. Y mira que yo tenia las ideas bastantes claras de que no caeria. Pero ya se sabe lo que pasa con los exnovios. Se convierten en follamigos... Ayer no te pude llamar porque estuve todo el dia con la familia y eso. Mis primos chicos por ahi correteando y demás.. tu ya me entiendes. Bueno y tu que pillina, cuentame...
Dafne le cuenta toda la historia del cuarto de baño, de Mario, de su casa, del bolso, de la nota, de las cervezas, del sms... Cuando acaba Ruth se queda boquiabierta.
- Me quedo loca. Y yo creyendome que te habias ido y estabas alli.. Si te llega a pasar algo madremia.. Lo siento. Aunque bueno al final ha resultado que te ha venido bien y todo.. - Ruth rie de forma pícara.
Dafne le devuelve la misma risa. Y se quedan hablando sobre Mario durante diez minutos más. Después al fin, deciden colgar y llamarse por la tarde por si quedan un rato.
Dafne se levanta y hace la cama, después va hacia el salon. Mira la hora, ya son casi las 12. Coje el móvil y vuelve a releer el mensaje de Mario. "El destino me ha dicho que me vas a llamar..." Su número está alli apuntado, y lo guarda en la agenda. Está bastante indecisa.. No sabe si llamarlo, va a parecer una pesada, una desesperada.. y esta feo. Esta feo que él pueda pensar eso de ella. Asi que deja el móvil sobre la mesa, resistiendose a la tentación. Aunque no tardaria mucho en rendirse, al imaginar los ojos de Mario, y sobretodo su sonrisa...
Unas calles más lejos, dentro de la misma ciudad, dentro de Almería, se encuentra Mario. Va andando por la calle. Viste pantalones anchos, una sudadera y unos tenis. LLeva las manos en los bolsillos y anda tranquilo. En uno de los bolsillos lleva el móvil. Mario lo toca, lo mueve de un lado para otro dentro de el bolsillo, pensando en Dafne. Esta seguro de que pronto lo llamará. Esta seguro de que ella ha caido en sus redes... La verdad, se lo tiene algo creido. Por no decir muy. Lo peor de todo es que no esta equivocado. Que errores más grandes cometemos las chicas algunas veces... Tan grandes que al final nos puede acabar saliendo caro.. Pero eso Dafne no lo sabe, no lo imagina, ella vive ilusionada con su nueva historia..
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