viernes, 30 de julio de 2010

CAPITULO 3:

Viernes noche. Dafne y Ruth han salido de marcha. Dafne lleva un vestido celeste de palabra de honor con un cinturón blanco y unos tacones bastante altos. Ruth lleva un vestido rojo y negro, atado al cuello, y tacones negros. Ambas van maquilladas aunque de forma muy natural. Salen, beben, ríen…y después de varias copas bailan cualquier música que suene. Sobre las tres y media de la mañana se encuentran con Marcos, el exnovio de Ruth. Ruth intenta pasar de él a toda costa.
- ¿Dónde esta la tía mas buena del mundo entero?
- Marcos, piérdete. – Contesta Ruth.
- Venga tía no seas borde que aquello fue un error, te echo mucho de menos.
- Esto ya lo hemos hablado, no insistas más.
- Te invito a una copa y te echas un baile conmigo y te prometo que dejo de insistir.
- Esta bien pero no te pases ni un pelo.
Marcos y Ruth bailan mientras se beben la copa. Poco a poco Marcos se la va ganando. Se acerca, le toca el pelo, le acaricia las caderas… Y lo que ella desde un principio tenía claro se vuelve algo menos claro. A pesar de todo ella seguía enamorada, y finalmente acaba cayendo. Es imposible resistirse a los encantos del chico al que quieres.
A Dafne que observa la escena desde la barra, se le acerca uno intentando ligar con ella. Ruth que la mira de lejos le pone carita insinuante mirando al que se le ha acercado. Dafne para que su amiga se sienta tranquila y procurando no interrumpir su baile con Marcos le hace un gesto de aprobación.
Pero a Dafne el tío que se le ha acercado no le gusta en absoluto y para colmo es un pesado. Dafne le contesta con varias borderías para que la deje en paz, y de vez en cuando le pone cara de asco. Pero el tío va tan borracho que parece no darse cuenta de que Dafne quiere que desaparezca. Finalmente un amigo del tío que de lejos está viendo que Dafne quiere darle puerta, se acerca cogiéndolo del hombro y se lo lleva. Dafne le sonríe agradecida. Y es entonces cuando Dafne comienza a encontrarse mal por los efectos del alcohol. Todo le da vueltas y tiene angustia. Corre hacia el cuarto de baño y se sienta enfrente del vater con la cabeza apoyada en el rollo de papel higiénico. Cierra los ojos unos instantes para que se le pase un poco pero al final se acaba quedando dormida.
Ruth, que ya se había despegado de Marcos, busca con la mirada a Dafne en la barra y no está. Después, de la mano de Marcos da una vuelta por todo el pub para ver si la ve, pero ni rastro, así que decide irse de allí. Piensa que seguramente Dafne se ha ido con el chico de la barra a hacer lo que ella va a hacer con Marcos ahora. Pero no es así, Dafne está en el baño encerrada, dormida, sola y desprotegida.

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