miércoles, 28 de julio de 2010

Historia sin titulo aún.

INTRODUCCIÓN.

Ella tenia ganas de algo y no sabia de qué. Ella tenia ganas de escribir. Eran las 3:01 AM. La gente normal estaría durmiendo. O al menos la gente sin problemas de insomnio. Ella no los tenia pero tampoco era alguien normal. Escribía en el Word lo que se le pasaba por la mente. Hacía y deshacía frases a su antojo pero siempre volvía a la misma idea de siempre. El dolor. A cada uno se le da bien escribir sobre como se siente. Por ejemplo, alguien pesimista no dirá que hace un bonito día, y alguien enamorado no dirá que el amor, en realidad, es una mierda. Y ella escribía de dolor porque lo sentía. No tenía un motivo, tenia muchos y a la vez ninguno. Su vida se había sucedido a base de palos y eso le había hecho volverse fría y desconfiada. Su familia era bastante normal, su barrio también. Lo único que no era corriente en su vida, era ella misma. Lo que la hacia diferente de todos los que la rodeaban, es que odiaba el amor.
Eran las 03:13 de la mañana. Él, seguramente estaría durmiendo, después de unas cuantas cervezas y haber echado un polvo con alguna señora de la calle. En realidad no le gustaba la idea de, como se dice vulgarmente, ir de putas. Pero lo hacía. Y no porque fuera feo y no consiguiera buscar a una chica corriente para mantener relaciones, sino porque odiaba el amor. Al igual que ella. Y no queria hacerlo con ninguna chica que pudiera enamorarse de él. Lo que no significa que las putas no tengan sentimientos porque los tienen por supuesto. Pero si es más improbable. Porque una puta solo lo ve como un cliente más, como su trabajo. Pero para otra chica un polvo puede significar mucho más.

CAPITULO 1:

Una mañana Dafne despertó. Se levantó y se encendió un cigarro. Se lo fumó en la cama mientras pensaba en todo lo que le había sucedido en el último mes. Sus padres se habían separado. Su mejor amiga, Ruth, había dejado al novio, a pesar de estar muy enamorada, pero juntas lo descubrieron siéndole infiel. Por ultimo en cuanto a Dafne, la ultima pareja que tuvo le hizo mucho daño. La había dejado, según él, por motivos de peso. Aunque ella no estaba gorda en absoluto pero los chicos se comportan a veces de una manera tan superficial y a la vez tan hipócrita… Porque ellos, siendo quizá los más feos del mundo o los más gordos quieren a su lado a una modelo. A una Barbie.
- Exigen demasiado. – pensaba ella.
Pero no se sentía tan mal después de todo. Las más guapas del barrio son unas zorras. Se las quiere tirar todo el barrio pero a la hora de la verdad nadie las quiere.
Su ex la habia hecho feliz, pero era un capullo. Aun recordaba el último polvo que echaron. Ese en el que esos kilitos de más parecían no importarle. Ese en el que él había puesto todo su esfuerzo para llenarla de placer. Y ella lo besaba a modo de agradecérselo. Y después del amor, mientras tranquilizaban la respiración para volver a la calma, él le acariciaba el pelo mientras ella le daba pellizquitos por la tripa. El se quejaba intentando sujetarle las manos para que parara. Aunque pronto la soltaba y le dejaba seguir porque en el fondo le gustaba. A ella siempre le quedaban fuerzas para juguetear, siempre le quedaban fuerzas para amar. Pero ya no. Todo había acabado. Y todo su entorno también había dado un giro en cuanto al amor. Por eso ella sentía un rechazo tan profundo hacia este sentimiento.
- Me cago en la puta – murmuró en voz alta.
Se apagó el cigarro con rabia entre los nudillos, pero ni siquiera notó la quemadura. Después se levantó y salió de su habitación. Sin despedirse de su cama. Sin saber, que en la noche del día que acababa de empezar no dormiría en ella.

1 comentario:

  1. me gusta como escribes!
    cuelga mas capítulos que estoy intrigada :)
    besos

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