miércoles, 10 de marzo de 2010

Inspiraciones pour le matin.



Hoy me he levantado pensativa.
Mientras estaba en la ducha he empezado
a pensar y he decidido posteriormente escribirlo.

Me gusta mi ducha porque no es de esas de telefonillo, el agua cae desde arriba, como en las duchas de la playa, por lo que me es muchó mas cómodo, teniendo las dos manos libres. El agua está caliente, bueno templada, y eso me relaja. Mi piel está calentita cuando me ducho, igual que cuando tú estas cerca de mi. Me pasaría aqui horas, pero tengo que salir porque tengo matemáticas a primera. En mi cuarto me visto, y mi padre me quita el cuarto de baño, me pongo histérica, voy a llegar tarde y necesito peinarme y ponerme las lentillas. Acabo peinándome en la cocina, con el agua del fregadero, soy penosa lo sé, pero aun necesito mis lentillas y ya son más de y media, asi que decido no entrar ya. Por lo que me he venido a la rambla, y aqui estoy, escribiendo[...] No he desayunado y tengo hambre, una exageración de hambre, luego me compraré un bocadillo en la cantina, de atún con mayonesa preferiblemente.

Hay un chico que desde hace no mucho tiene toda mi atención y no lo sabe. No se lo he dicho. Sera que soy una cobarde pero tengo mis motivos. Tengo una amistad bonita con él, y no quiero que al hablarlo cambien las cosas. Me ha pasado 2239048 veces, por lo menos, y no quiero volver a caer en ese error. Tal vez me arrepienta de no decirselo, si sigo sintiendo estas cosas durante mas tiempo, cosas que no se lo que son, pero amor no es. Me he enamorado dos veces en mi vida y se apreciar bien la diferencia de sentimientos. Tal vez algun día le eche valor y le diga; vamos a hablar, que quiero decirte algo.

Ahora huele a mortadela en toda la rambla, me cago en la puta. Entre esto y tanto hablar de él mi hambre esta incrementando de forma descomunal. Me gusta esa palabra. Descomunal. Y, me gustas descomunalmente.

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