martes, 18 de junio de 2013


Cuando la calle esta en silencio y solo el ruido de algún coche susurra a lo lejos, con cada calada me acuerdo de ti. Y después te desvaneces en mi pensamiento, como lo hace el humo. Y ya no se porque pensaba en ti ni cuanto tiempo ha pasado desde que mis manos acariciaban el viento que roza tu pelo.

Y antes de dormir al igual que cada noche me convenzo de que es mejor así. Yo cerca de ti y tu tan lejos de mi. Eres una especie de veneno dulce que ya no encaja en mi mundo, aunque intentes pintar con palabras los renglones de mi vida. Eso fuiste, solo palabras que el viento acabo arrastrando.

Y para que negarlo, por ti se estremece cada ventana de mi casa cuando ensuciando mis pensamientos ensucias sus cristales. Se que la lluvia los acabara limpiando, sin embargo tu.. sigues aquí. Me pregunto cuando te iras de una vez si es que lo haces.

Pero entonces encuentro la solución, apago el cigarro y así desapareces. No mereces que piense en ti mas de esos cinco inevitables minutos al día. Aunque bueno que mas da, ya no tengo que preocuparme por tu presencia, porque ahora solo eres una colilla en un cenicero.


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